lunes, 6 de diciembre de 2010

UN MUNDO SIN FIN. Ken Follett



Es la famosa y esperada segunda parte de los pilares de la tierra, aquí no construímos una catedral, aquí lo que construímos es un puente. Se sigue mezclando el amor, el odio, la pasión, la mala leche de algunos, etc., todo ello desarrollado también durante la Edad Media.
El protagonista es descendiente de Tom, el constructor de la catedral, y además de heredar la pasión por la construcción también hereda la paciencia.
¿Se puede esperar toda una vida, que la persona a la que tú quieres, se decida a vivir contigo? ¿Se puede cambiar todo por una vocación inmensa de ayuda a los demás?
Admiro a toda aquella persona que vive por y para los demás, yo soy demasiado egoísta para eso. En cuanto a lo de esperar toda una vida a mi "media naranja" creo que tampoco, el envase en el que se contiene mi paciencia es bastante pequeño.
Os lo recomiendo porque contiene una lección espectacular de paciencia, amor y buena voluntad, virtudes que hoy en día (empezando por mi) no tenemos demasiado desarrolladas.

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