Es la historia de Juan Castro, un acemilero de la Guerra Civil que nos cuenta su día a día en esa desagradable página de nuestra historia.
Existen un montón de libros en el mercado, que nos hablan de heroicas personas que lucharon y defendieron sus ideales por encima, incluso, de su vida. Pero la historia de Juan Castro, no es la de ese bando, es la del bando de los supervivientes, de aquellas personas que se limitaban a sobrevivir en esos tiempos, sin ideales políticos, sin luchar por conseguir un mundo mejor, simplemente se defendían, ni luchaban siquiera, para poder regresar a casa vivos cuando todo terminara.
Juan Castro fue, a mi juicio una persona conformista y os pregunto: ¿es malo ser conformista?. Para mi no, al contrario, es una forma de superviciencia: soy lo que soy, tengo lo que tengo y voy a aprovecharlo lo mejor que pueda. No voy a malgastar el tiempo pensando lo que pude haber sido o lo que podré tener.
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